Bondad inesperada en la selva de Nuevo Nayarit

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ACTUALIDAD

Laura Espinosa

9/23/20251 min read

En la zona de manglar en Nuevo Nayarit, vive un gato naranja, macho, desconfiado y libre por elección. Solo fue posible esterilizarlo mediante una trampa, y aunque se intentó ofrecerle un hogar, no tardó en escapar. La casa no era para él.

Durante años ha rondado entre los vecinos, quienes ya lo reconocen y le dejan agua o comida. Él siempre agradece con su presencia silenciosa.

Hace poco, su ausencia se notó durante dos días. Cuando volvió, algo era distinto. Estaba echado dentro de una caja, inmóvil. Al principio creyeron que estaba herido, pero de una forma casi mágica, llamó la atención de quienes lo cuidaban. Y dentro de la caja, reveló a un gatito pequeño, extremadamente deshidratado.

El mensaje era claro: pedía ayuda. No para él, sino para el pequeño.

El gatito fue atendido y se recupera bien. Nunca sabremos si había un lazo de sangre entre ellos, o si fue un acto instintivo que de algún modo lo beneficiaba. Solo sabemos que lo que vimos se pareció, sinceramente, a la bondad.

Una lección que viene de quienes menos esperamos.

Yo soy Laura Espinosa.
Por la educación, la vida y el respeto:
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