Con o sin queso… ¡Hoy se celebra a la reina del antojo: la quesadilla, my love!
Descripción de la publicación.
ACTUALIDADCULTURESABORES LOCALES


Hoy, 25 de septiembre, se celebra uno de los antojitos más queridos de México: la quesadilla!, pero ojo, no crean que es solo “tortilla mas queso”: la magia de este platillo está en su versatilidad (y en los debates picantes que genera).
Y el eterno dilema, ¿con queso o sin queso? En la mayoría del país, el queso es prácticamente requisito para que algo se llame “quesadilla”, pero en la Ciudad de México y alrededores, es válido pedir una quesadilla “sin queso” (por ejemplo de flor de calabaza, huitlacoche, sesos, chicharrón, etc.), y se acepta como tal.
Según el diccionario de mejicanismos de Francisco J. Santa María, ya en el siglo XVIII existía algo parecido a lo que hoy conocemos como quesadilla: “un pastelillo de maíz en forma semilunar relleno de queso y azúcar, cocido en comal o frito en manteca”. Sin embargo, hay quienes afirman que el queso llegó a México con los españoles, mientras que la tortilla y el maíz son autóctonos, y que fue la mezcla de culturas lo que dio lugar a esta joya gastronómica.
Dato, relevante es que Quesadilla viene del náhuatl y significa comida servida en una tortilla por eso te preguntan “con queso o sin queso”
Hoy más que celebrar una sola forma, celebramos todas las versiones: la clásica con queso Oaxaca derritiéndose entre tortilla, aquella con flor de calabaza y nada de lácteos, la de rajas con queso, la de picadillo, huitlacoche, chicarrón prensado, la de pollo, carne o la que tú te imagines. Atrévete hoy a probar una diferente ¡o hasta inventar tu propia quesadilla-locura!
No es exageración decirlo: la quesadilla es un manjar, donde hay tortilla hay una posibilidad de quesadilla. En otros países las consumen, como en Estados Unidos, muchos restaurantes incluyen quesadillas en su menú por su simpleza y fuerza de convocatoria o las preparan en casa.
Hoy, más que nunca, la quesadilla es puente: conecta generaciones, barrios, antojos, debates. En su interior lleva mucho más que queso y masa: lleva identidad.
Así que hoy, al primer mordisco caliente y derretido, detente, solo agradece al maíz, al queso, al fuego y al debate eterno. Porque celebrar la quesadilla es celebrar México con cada bocado.